LOS LOGOS PLANETARIA , LA ENFERMEDAD, LOS PLANETAS Y LA ASTROLOGÍA.El hombre anciano de blanca túnica me dijo: - Tu enfado ha causado una anemia a esta niña… Y al instante me trasladé a un país de África, sintiendo en propia piel, como una pequeña niña, de aspecto famélico se moría en los brazos de su madre, que de igual manera no tenía sino huesos sobre su maltrecha piel.
LOS LOGOS Y LA ENFERMEDAD
Me había acostado con un cierto malhumor. Una horas antes, habían terminado de instalarme la cubierta de la cocina y me la habían dejado tan mal, que no se podía abrir la puerta de la calle. Pero es que además el operario pretendía cobrarme a pesar de estar mal. No puedo entender como después de hacerme mal el trabajo encima se molestan por reclamar lo que es justo y sin enmendarlo pretenden cobrar como si estuviera bien hecho.
En pleno sueño, vi como se acercaba un hombre con una túnica blanca que emanaba sabiduría. A veces, suelo preguntarme si este maestro que a veces aparece en mi mundo onírico, no es sino mi propio inconsciente que se reviste de imágenes para darme alguna lectura o información, que solo por este medio de la relajación profunda del sueño puedo captar. Seguramente desde el lado consciente en plena vigilia y con la aceleración de la vida y de los sentidos no somos conscientes de lo que nuestro Ego nos trasmite.
El hombre anciano de blanca túnica me dijo:
- Tu enfado ha causado una anemia a esta niña…
Y al instante me trasladé a un país de África, sintiendo en propia piel, como una pequeña niña, de aspecto famélico se moría en los brazos de su madre, que de igual manera no tenía sino huesos sobre su maltrecha piel.
Luego en forma simultánea en un segundo me vi en un extraño foro de conocimiento en el que una pantalla gigante me mostraba imágenes parlantes tridimensionales, que además de estimular mi vista, también penetraban en todos los sentidos y en mi mente. En definitiva una experiencia de cuarta dimensión.
Voy a tratar de explicar la experiencia con palabras simples:
El famoso Dr.Chopra nos habla de la medicina cuántica y de la mente, la percepción y la somatización en nuestro cuerpo de los procesos inadecuados de dicho pensamiento. En una de sus lecciones magistrales nos habla de un gato que fue criado en un ambiente donde todo eran rayas horizontales, mientras que otro era criado en un ambiente de rayas verticales. Cada uno de los gatos concebía su universo horizontal o vertical y todas su reflexiones, estímulos o percepciones estaban condicionadas por el ambiente donde habían sido creados. Seguramente el gato de rayas horizontales, sentiría el universo vertical como algo nocivo o negativo, mientras que el otro gato sería en igual medida reacio a las rayas horizontales. Según Chopra nosotros somos el resultado de nuestras concepciones mentales. En la medida que pensamos, generamos neuropéctidos buenos o malos, que somatizan en nosotros produciendo estados fisiológicos patológicos o de salud. En definitiva, si pienso bien, estoy sano y genero salud, si pienso mal y no amo, producimos nuestra enfermedad.
Las últimas investigaciones han demostrado que efectivamente el ADN se puede ver alterado por estados emocionales diversos. Si me deprimo, bajo el sistema inmune y enfermo. Si amo, estoy feliz y genero confianza, elevo el sistema inmune y estoy sano.
Hasta aquí podemos afirmar que es cierto. Pero este proceso de salud o enfermedad sometido al pensamiento o a las emociones no son sino un pequeño porcentaje de las causas de las enfermedades en el ser humano.
La evidencia nos demuestra como un niño que nace feliz, sin posibilidad de generar pesimismo o somatización alguna, muere por un problema genético heredado de sus mayores. Es decir, la herencia genética es un hecho que desgraciadamente llena de muertos nuestros días.
Existen asimismo factores ambientales como la higiene, el hambre, la falta de medios, la pobreza o la explotación, que en igual medida crean mortandad a pesar del pensamiento dulce y espontaneo de estos niños.
Se dan otras condiciones todavía más complejas, cuando en nuestra sociedad más evolucionada, vemos como una persona joven, que triunfa, que logra crear una familia, que genera un pensamiento positivo, que ama, de la noche a la mañana se ve afectado por un cáncer maligno que lo mata en forma fulminante en pocos días.
Parece que la enfermedad tiene unas causas más complejas. Algún extraño mecanismo se mueve para que simplemente cuidándonos, amando, pensando en positivo e imaginando un futuro mejor; nos enfermamos, deprimimos o sufrimos sin poder evitarlo.
El problema del que partimos en casi todas las filosofías o paradigmas para conseguir la salud perfecta, es el EGO. Siempre hablamos de nosotros, hacia nosotros o por nosotros. El narcisismo personal nos nubla la vista. Y este narcisismo está basado en el egoísmo. Si además de preocuparnos por nosotros, amaramos cada elemento que está en nuestra vida, veríamos como el ego se diluye en el prójimo, en mi hijo, en el árbol, en la montaña o en las propias estrellas.
El proceso de la enfermedad es un hecho colectivo, no individual. Es por esto que mi maestro me decía, que mi enfado producía anemia en la niña de África. Esta afirmación quizás requiera de un pequeño ejemplo: Imaginad que metemos una gota de tinta en una esfera trasparente que gira en el aire. La gota de tinta está ahora en el hemisferio sur, para pasar a continuación al hemisferio norte, al girar en el aire. Ahora la mancha impregna a un objeto que está en oriente, para pasar a continuación a manchar a otro elemento que está en occidente. Y no es imposible evitar que la mancha se mueva dentro de la esfera y siga manchando, salvo que todos los componentes que viven en la esfera, expulsen la gota de tinta. Pues en forma figurada la esfera no es sino nuestro propio sistema solar. Es por esto que mi mal humor o mancha de tinta, se deslizó hacia la niña que vivía en el otro hemisferio de la esfera.
Nada se escapa de nuestro sistema. Cualquier forma de energía, de pensamiento, de emoción; cualquier “cuantun vibracional” que genera nuestro pensamiento no puede escaparse de nuestro Sistema Solar. Y la energía y la materia son la misma cosa, en estado diferenciado de manifestación.
He observado miles de veces que una persona que al momento de nacer tiene en su carta natal mal aspectado el planeta Marte tiene desde nacimiento problemas de anemia, o de violencia, de cirugía, de mal humor, de impetuosidad, etc. Mientras que otras personas que tienen este planeta bien aspectado no tienen estos problemas específicos, aunque lógicamente pueden tener otros diversos.
¿Es que el planeta Marte, por el hecho de nacer en esta u otra fatídica fecha, es capaz de somatizar o condicionar nuestra vida? Si es así ¿Que vale nuestro ego? ¿Dónde está mi libertad? ¿Es posible con mi mente positiva modificar los condicionamientos o influencias de Marte?.... La mayoría diría que sí, pues somos libre y un planeta no puede modificar nuestra voluntad ni torcer nuestro destino. Cualquier occidental con la educación egocéntrica de la que se ven impregnadas nuestras culturas dirían que el ser humano puede hacer lo que quiera sin verse influenciado por los planetas. Desafortunadamente esto no es así, y quizás el desconocimiento de la Astrología les hace vivir en un limbo de posibilidades por las cuales, la voluntad, la fe y el pensamiento positivo lo puede todo.
Ya Hermes hablaba de la influencia inefable de las esferas. Y de los logos planetarios. Voy a explicar alguna de las acciones de dichos logos.
- El Logos Planetario de Mercurio o Géminis, almacena de los procesos del pensamiento, las llamadas, la voz, lo que se escribe, lo que se lee. Los inventos como la TV, el ordenador, los libros y los medios audiovisuales. No hay nada que puedas pensar o imaginar que no esté almacenado en el logos o computadora de Mercurio. En sus entrañas milenarias de los anales del tiempo, están recogidas hasta los más pequeños susurros de los diálogos de los cromañones. En su magnífica memoria están registrados los pensamientos de todos los seres vivos que han existido, existen y existirán sobre este planeta. El Logos de Mercurio contiene todas las enfermedades relacionadas con los procesos mentales, la tartamudez, los procesos respiratorios, las articulaciones de los brazos,etc,etc,…
- El Logos Planetario de Venus, o Tauro, al igual que el anterior, almacena y contiene todos los procesos emocionales, de la raza, el amor, el odio, la belleza, la fealdad, la armonía y la desarmonía. Este Logos contiene las enfermedades relacionadas con la garganta, los ganglios, las hormonas. El cuello,etc ,etc,…
- El Logos de Marte o Aries, almacena los procesos del valor, de la violencia, de la cobardía de la energía vital, de la guerra , del heroísmo. Y las enfermedades referidas a la mecánica del hierro, a las patologías traumas, y golpes en la cabeza, etc,etc,….
Según esta lógica, si hoy pienso mal este proceso mental es almacenado por el logos de Mercurio y él lo devuelve a nuestra esfera o Sistema Solar, en forma de violencia verbal o quizás esta vibración negativa, viaja hacia los pulmones de un pobre hombre que enfermará de cáncer de mediastino. Si hoy vemos, alimentamos o escuchamos un programa de TV, de los programas basura, esta vibración colectiva que incluso los espectadores alimentan, viajan y se transforman en mentira, en enfermedad o en tensión social.
Según esta lógica si hoy produzco desamor o engaño, esta vibración no la acepta el Logos de Venus y lo expulsa a otra latitud de la esfera donde una persona con una garganta afectada por el tabaquismo la atrapa por polaridad y enferma necesariamente.
Según esta lógica, si hoy grito y pierdo los estribos, esta vibración viaja al Logos de Marte o Aries y el Logos lo envía a una guerra local de África, a impulsar la débil voluntad de un terrorista o a producir un tumor en la cabeza de otro inofensivo ciudadano que vive a miles de Km del que produjo dicha vibración.
Existen doce Logos, Cada uno con sus patologías, sus competencias y sus acciones. No es el objetivo de esta reflexión citarlos todos y sus contenidos, cualquier libro de Astrología médica os habla de ello. La idea es considerar el ejemplo de la esfera con la mancha de tinta, que aunque se produce en forma silenciosa, sin testigos, en el silencio y en el lugar más recóndito del planeta, esta acción repercute sobre nosotros y sobre cualquier otro ser que viva a miles de Km de distancia.
Lo que voy ahora afirmar puede parecer una blasfemia para los racionalistas, pero no para los que dentro de algunos años vengan detrás de nosotros y lo comprueben categóricamente.
Si Marte representa en el lado positivo la fuerza, el valor, la energía, el hierro y el liderazgo y si en la parte negativa representa la violencia, la guerra, las hemorragias, las patologías de anemia, de cefaleas o traumas en la cabeza, de alzehimer, etc ,etc. Para erradicar las enfermedades o patologías propias de este Logos, bastará con no alimentar la naturaleza negativa de dicho Logos. Si no odio, no hago la guerra, no genero violencia, no soy impetuoso, el Logos no puede enviar vibraciones negativas que se somaticen en enfermedades para los mortales.
Si no pienso mal, no fumo, no empleo mal la palabra, no miento, etc, etc, el Logos de Mercurio, no puede enviar vibraciones negativas que somaticen en enfermedades propias de dicho sector.
Lo mismo pasará con todos los logos y con dicha lógica. Si toda la raza se empeña en la práctica de hábitos correctos, en el plano mental, psíquico y emocional, erradicaremos la enfermedad necesariamente puesto que en esta esfera con la que viajamos por el espacio no habrá mancha de tinta que viaje erráticamente produciendo dolor y enfermedad a diestro y siniestro.
El proceso de la enfermedad por tanto no solo tiene su origen y su curación en el individuo, sino en todo el colectivo.
Pero este proceso de generar vibraciones negativas a través de nuestra triple naturaleza física, psíquica y emocional, nos compromete no solo con la enfermedad y la continuidad de la Tierra. Si yo hoy tengo tristeza, millones de potenciales seres humanos que tengo en mis espermatozoides u óvulos, son humanidades creadas para el futuro como hijos de la tristeza, o de la venganza o del dolor. Somos dioses creadores en nuestra propia naturaleza humana. Nada se pierde y cada “cuantum vivencial” que alimentamos hoy se convierte dentro de millones de años en nuestro universo que debemos gobernar. Hoy impregné 750 millones de espermatozoides que contiene mi bolsa seminal de violencia. Esta acción automática, inconsciente y que repetimos cada instante de nuestra existencia, no pasa inadvertida. Dentro de millones de años en un planeta lejano una humanidad agresiva y violenta que tiene impregnado en sus genes este código de agresividad y que no puede cambiar requerirá de un Mesías que mediante su sacrificio personal y su ejemplo morirá tantas veces sean necesarias hasta que esa Humanidad se redima y tu; su mesías , hayas limpiado el Karma que generaste e impregnaste hace millones de años con tus espermatozoides u óvulos. Nada se pierde, todo se recoge en el tiempo.
Todas las religiones de la Tierra establecen equivocadamente una división entre la perfección o plano de los dioses superiores, paraísos o perfecciones que debemos alcanzar, y que algunos ubican en el cielo, en el tiempo o en el nirvana; y los mortales imperfectos que pululamos por el Planeta. Es por esto que siempre estamos mirando a lo alto, buscando fuera, utilizando intermediarios, sacerdotes o contactados para acortar esta distancia y llegar a ese estado de perfección, que como digo, desgraciadamente siempre lo ubicamos fuera. Cuando Dios es y está en cada plano existencial y se hace consciente en nosotros mismos, nunca fuera de nosotros mismos. No se puede evolucionar solo.
Desde el plano de la clarividencia nada está separado. Los pensamientos, las emociones y las enfermedades expresan vibraciones permanentes que por polaridad viajan a sus semejantes. Las larvas (vibraciones) que producen mi tristeza pasajera y puntual, alimentan al depresivo que se ve invadido por una energía que le someten o no puede vencer.
Cuando estás viendo una películas de violencia, las emociones inconscientes que generamos se alojan en la guerrilla africana que hoy o mañana mata miles de inocentes pues son seres débiles incapaces de liberarse de la posesión de la carga energética que hoy yo y miles de seres humanos hemos creado y han viajado hasta estos nativos.
Hay un pasaje mal entendido del Evangelio cristiano que deseo citar, no porque yo sea religioso sino por su contenido esotérico. Se trata de la narración de una multitud que trataba de apedrear a una adultera en público. Jesús el Cristo dijo: - El que esté limpio de culpa, que arroje la primera piedra. No se refería a la culpa que cada uno llevamos dentro. El Maestro era clarividente y veía en el aura de la adúltera larvas que pertenecían a todos y cada uno de los que pretendían apedrearla. Veía las larvas que Juan había generado cuando deseó mentalmente a la esposa de su hermano o las que Antonio creó cuando se imaginó actos impuros en el silencio y soledad de su habitación.
Como bien dice Chopra, el pensamiento genera neuropéctidos que somatizan en el organismo, pero él no pudo ver como el pensamiento negativo, lascivo o violento, arma la mano del guerrillero, impulsa la acción del violador o contamina la mente del ladrón. Lo curioso es que luego, ignorando nuestra implicación en el acto del malvado, “le apedreamos” o pedimos justicia a gritos para el infractor. “Benditos sean los ciegos de espíritu, pues si se les concediera una pequeña partícula de clarividencia, se suicidarían por el peso de sus propios procesos inconscientes”.
Se necesitan varias generaciones para conseguir quitar el Karma de la raza. Esto no es un proceso de una vida, sino de un esfuerzo colectivo donde se trabaja de manera adecuada sobre las acciones, los hábitos, los aspectos psicológicos y emocionales de la raza. La ciencia y la conciencia deben ir de la mano para conseguir mentalizar a cada individuo desde niño para producir armonía en la alimentación, en los hábitos, en los procesos mentales en amor incondicional a cada hálito de vida. Si sembramos vida, encontraremos vida y no muerte. Si alimentamos el proceso creativo de la supervivencia por encima de cualquier otro valor, erradicaremos la muerte.
Si el ser humano pudiese ser clarividente se asombraría al ver como se produce este mecanismo instantáneo de enfermedad colectiva. Si observa una terraza donde el de la mesa cercana fuma patológicamente y en la mesa contigua una pareja de novios está discutiendo acaloradamente, verá como una pléyade de larvas negras y retorcidas sale de los novios, reptan por el suelo y suben por las piernas del fumador alojándose en el pulmón, alimentando su enfermedad.
Si mira la mesa más alejada verá como una persona obsesa sexual, genera larvas nocivas que caminan hacia el útero de una joven que toma un refresco en la mesa contigua. Pero lo más triste no es esto, sino que si su clarividencia es profunda verá que entre las mesas existen seres con obsesiones, patologías y enfermedades que no están vivas sino muertas y que por haberse quedado atrapadas en este mundo de ignorancia contribuyen asimismo a generar enfermedad, dolor y malos pensamientos a los seres vivos que ajenos a todo ello se ven de repente enfermos, tristes o alterados.
La enfermedad no es un proceso individual sino colectivo. Mi acto inadecuado, mi pensamiento inadecuado, mi obsesión inadecuada, alimenta el dolor, la enfermedad, la guerra y el desamor en otros rincones del planeta. Puede resultar traumático mirar en la TV, cómo un niño se está muriendo de hambre y ver como en los millones de larvas negativas que anegan la vida del mismo, existen varias de las que tu produjiste. Estas larvas astrales, luego se transforman en gusanos y macrófagos que destruyen la materia.
Hasta aquí la experiencia que viví en sueños.
YA LO VISTE ?