Quiero reiterar que, antes que ser una sanadora como se ha difundido en internet, soy una mensajera de mi Padre. Soy un SER que ha venido de la LUZ y Soy La LUZ misma, he venido a UNIR, no ha desunir, esa fue la petición de mi Padre, dar su mensaje de AMOR, de UNIDAD y, asimismo, ser ejemplo de ese amor incondicional.
La encomienda que yo traigo es SERVIR a todos mis hermanos, es ayudar sin condiciones, es hacer este llamado… ¡ya no hay tiempo, hermanos! ¡ya no hay tiempo!
¡El llamado es para todos! Ahora, la puerta está abierta para todos y el Padre les pide que llenen de amor sus corazones, que dejen todo pasado, que abandonen los rencores, los resentimientos, los odios pasados, todo eso ya no sirve más. El rencor y el resentimiento guardados les traen enfermedades y no les permiten desarrollar su vida espiritual, esa vida que está basada en el AMOR INCONDICIONAL. Quienes ya estén vibrando en esa frecuencia de amor, pasarán a la otra dimensión, en la cual, sólo el amor luz prevalecerá.
¡Ya no hay tiempo! Por ello, no debemos perderlo en cosas fútiles (tonterías), como lo dijo el amado maestro Saint Germain.
Es momento de reflexión, de recogerse en la Unicidad con el Padre, de reconocerlo como el TODO, de abrir el corazón y dejar que ÉL more en nosotros, porque él no ha estado separado de nosotros, somos nosotros quienes nos hemos separado de ÉL, desde esa ilusión en la cual hemos vivido (velo de malla).
¡¡¡HUMANIDAD, DESPIERTA!!! Date cuenta de quién eres. Date cuenta de que vienes de un Creador de mundos sin fin y que tú mismo también eres un creador, que eres un haz de luz, que eres lo que tú quieres ser cuando te dispones a crear.
No busques culpables por lo que te sucede, sólo asume la responsabilidad de lo que piensas, de lo que dices, de lo que haces y sientes. No puede haber congruencia (equilibrio o armonía), cuando piensas de una forma, sientes otra y actúas de manera distinta.
SIENTE EL BIEN, QUE TUS PALABRAS SEAN DICHAS PARA BENDECIR. Aquieta tu mente y tu corazón. Debes saber que eres hecho a imagen y semejanza del Padre y, por ello, eres digno y digna de todo lo que el Padre tiene para ti.
¡Es momento de unirnos todos, sin distinción de razas o de credos!
OREN, RECEN, MEDITEN, pues cosas grandes vienen y debemos estar unidos en un solo corazón de amor, paz y armonía, para que así, la Tierra reciba lo que necesita: LUZ, mucha LUZ.
GAIA necesita que estemos unidos para aportar la misma luz que somos, reconociendo al Padre como un solo DADOR de esa LUZ para todos.
Que quede claro, esto no es para que corran y se escondan presos del pánico, ¡de ninguna manera! Es para que cada uno trabaje en apartar esos apegos desde su interior y, entonces, sean libres de culpas que no les pertenecen.
El Karma es la culpa, el Dharma es el perdón. Perdonen y perdónense por haber caído en un mundo de ilusión. Al perdonar, también se liberan. Ámense así mismos para que entonces puedan dar amor a los demás. Acéptense para que puedan aceptar a los demás y así podremos reconocer al Padre en cada corazón, pues somos UNIDAD.
Recuerden estas palabras: “Mi Padre y yo somos UNO, nada soy sin mi Padre. Él vive en mí y yo vivo en Él. ¡SOMOS UNO!”
Y, en esa unidad es que debemos permanecer de hoy en adelante, unidos enviando LUZ a nuestra Madre Tierra para que alcance la vibración que necesita para su ASCENCIÓN.
Desde la Luz que YO SOY y desde la gran fuente que es en mí, los abrazo hermanos, con amor.
Enriqueta Jiménez Viruel
La mensajera.